Información General
Autor Patricio Valdés
Sección Evacuación
Nivel General
Fecha Abril 2023
Formato PDF
Objetivo Describir las cuatro principales estrategias de evacuación.
A la primera indicación de una potencial emergencia, se argumenta frecuentemente que el mejor curso de acción es evacuar a todos los ocupantes de inmediato. Sin embargo, a medida que los edificios aumentan en tamaño y complejidad, las emergencias desarrolladas serán desafiantes y el mejor curso de acción no será sencillo. Por lo tanto, es importante planificar previamente una estrategia de evacuación antes de que ocurra una emergencia.
Existen cuatro estrategias principales cuando se trata de la seguridad de los ocupantes, las que se describen brevemente a continuación.
Evacuación total
Una de las estrategias más comunes, si no la más común, es la evacuación total, en la que se ordena a todos los ocupantes que salgan inmediatamente. Es más efectiva en edificios menos complejos, donde la evacuación ocurre cuando los servicios de emergencia están en camino.
Evacuación por fases
Una alternativa a la evacuación total es la evacuación por etapas en la que se indica a los ocupantes que salgan en grupos, generalmente comenzando con los más cercanos a la emergencia. Los ocupantes más cercanos a la emergencia tienen prioridad en el uso de las salidas, seguidos por los que corren menos peligro. Esta estrategia se usa con más frecuencia en edificios más grandes, como los de gran altura, y requiere un mayor tiempo necesario para evacuar.
Reubicación de ocupantes
Cuando los ocupantes no pueden evacuar debido a condiciones médicas (hospitales) o restricción física (cárceles), se puede utilizar la estrategia de reubicación de ocupantes. Por lo general, se emplea en edificios con protección activa (rociadores) y pasiva (barreras contra el humo/fuego) que brindan lugares seguros para los ocupantes dentro del edificio durante una emergencia.
Refugiarse en el lugar
Al igual que la reubicación de los ocupantes y la evacuación por etapas, la estrategia de refugio en el lugar implica utilizar la protección proporcionada por el edificio, tanto pasiva como activa, así como la distancia de la emergencia para proteger a los ocupantes en el lugar, los que se mantienen en el lugar hasta que se mitigue la emergencia.
Según el tamaño del edificio y el tipo de emergencia, es posible que nunca sea necesaria la evacuación. Un ejemplo de esto podría ser un edificio de gran altura residencial, donde los ocupantes que se encuentran varios pisos alejados del incendio permanecen en su apartamento hasta que se controla el incendio.