Cuando se trata de seguridad contra incendios, los hospitales son proyectos desafiantes. Por un lado, las variaciones en la movilidad de los ocupantes significan que los tiempos de evacuación deben ser maximizados. Por otro lado, los hospitales modernos contienen servicios complejos y en constante cambio en sus edificios. Esto exige medidas pasivas de protección contra incendios y de compartimentación que ayudan a cumplir con las regulaciones más estrictas y permiten que las salas críticas permanezcan en pleno funcionamiento después de un incidente de incendio.